Prosumidores políticos

Pienses lo que pienses, sal y exprésate, dilo. Esa es la verdad que se está abriendo camino.

El pasado viernes en las noticias de alguna cadena de televisión emitían un resumen de una manifestación pro-vida. Bien saben los que me conocen que yo soy pro-vida, pero en todas las etapas de la vida, no sólo en las que el individuo es un neonato. Yo apoyo la vida antes y después del nacimiento. El caso es que, tras un primer rechazo, sentí una cierta empatía con esos manifestantes. No era mi postura ética la que manifestaban, pero apoyaba totalmente que expresaran tan libremente su opinión.

Y sonreí. Porque, como ya había estado sintiendo los últimos días, también por razones que descubriréis pronto, la gente está empezando a despertar, a quitarse el polvo y salir a la calle, y protestar por una realidad que ven cada vez más injusta y con la que no están de acuerdo. Pienses lo que pienses, sal y exprésate, dilo. Esa es la verdad que se está abriendo camino, a pesar de lo que muchas élites deseen.

En uno de los momentos, uno de los manifestantes afirmó: “Yo he votado a Rajoy, pero [si sigue así] ya no lo votaré más”. Ese es el pánico que está comenzando a extenderse entre la casta política (y uso el término “casta” al estilo de la política italiana, berlusconiana, no al de Iglesias), que la gente comience a darse cuenta de su auténtico poder: su voto, el valor más codiciado, aunque no se exprese tan abiertamente, por los partidos políticos.

Pero hay algo más: la democracia representativa es algo más que el voto. Es precisamente salir a la calle a manifestarse, a expresarse, a debatir, a consensuar, a entender que todos queremos una sociedad mejor, más transparente, más colaborativa, más unida, menos corrupta. Justo lo que no quiere el 1%.

Por eso iniciativas como Ganemos Granada me parecen tan necesarias, porque expresan democracia cívica, porque expresan un nuevo estado social, una nueva manera de hacer las cosas, que entronca totalmente con el concepto que precisamente destaco en este blog: que todos somos prosumidores; no solo productores, no solo consumidores, sino ambas cosas. Y de lo que sea, en este caso, prosumidores de política. En definitiva, que la gente está volviendo a implicarse con la sociedad a la que transforma y que lo transforma, a crear el cambio social, a reinventar las instituciones sociales de un nuevo mundo que despide a uno viejo que aún se resiste a morir.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.