Cada vez más adolescentes acuden a chatbots de IA como ChatGPT para hablar de sus problemas en lugar de acudir a un psicólogo. En este post reflexiono sobre las causas de este fenómeno —anonimato, disponibilidad 24/7, coste cero— y los riesgos que implica, como la validación de pensamientos dañinos o los sesgos de automatización y adulación. Defiendo integrar estas herramientas como complemento de la ayuda profesional y formar a los jóvenes en un uso crítico y responsable.

