Hace unos días participé en el tercer capítulo de la iniciativa Zona Cero Pantallas, grabado en el Parque Comercial Granaita (Granada), dentro de una gira que recorre distintas ciudades para abrir una conversación urgente sobre cómo acompañar la infancia en un mundo hiperconectado.
El episodio arranca con la intervención del psicólogo Alberto Soler, que ofrece una de las exposiciones más lúcidas y prácticas que he escuchado sobre el uso de pantallas en la infancia. Lejos de los discursos alarmistas, plantea un enfoque equilibrado: acompañar sin miedo, pero también sin ingenuidad. Recuerda que cuanto menos y más tarde, mejor, y que la clave está en retrasar la exposición y mantener una presencia activa de las familias en la vida digital de los niños.
A lo largo de su charla, Alberto comparte consejos muy concretos que aterrizan el debate en el día a día familiar. Uno de ellos es la llamada “regla del horno”: encender la tele o la tablet solo cuando se va a usar, y apagarla después, igual que haríamos con un horno. Otro es la creación de espacios libres de pantallas, como los dormitorios, las comidas o la hora antes de dormir. También advierte sobre el error de usar el móvil como calmante emocional o como premio y castigo, recordando que la autorregulación emocional no se enseña desde la distracción, sino desde la convivencia. Eso sí, como pusimos de manifiesto después, entendiendo que cada familia es un mundo en sí misma y tratando de no juzgar los estilos de crianza de los demás. Cada uno hace lo que puede con lo que tiene.
Después de su intervención, participé en la mesa redonda junto a otros especialistas para debatir cómo podemos construir una cultura digital más consciente. Hablamos del papel de la escuela, de la necesidad de acuerdos entre familias y docentes, y de la importancia de dar ejemplo: no se trata de prohibir, sino de enseñar a mirar, a esperar y a convivir con la tecnología desde la calma.
Fue un encuentro muy enriquecedor, con público, debate y muchas preguntas que reflejan la preocupación de madres, padres y educadores por un tema que ya forma parte de la vida cotidiana.
Javi Cantón 